sábado, 24 de diciembre de 2022

Valorando la glucemia

 La diabetes es una de las patologías más comunes en España con una prevalencia de casi el 15% solo de casos conocidos ya que se estima que el número de casos sin diagnosticar asciende a casi el doble. Por eso en las plantas del hospital es imprescindible conocer las técnicas para valorar y corregir los niveles de azúcar.

Al nivel de azúcar en sangre se le denomina glucemia, para considerarse normal debe permanecer por debajo de 100 mg/dL. En pacientes diabéticos se debe medir diariamente, para eso se utiliza una técnica no invasiva e indolora para la cual se necesita un glucómetro, tiras reactivas, guantes y lancetas. En primer lugar se realiza una higiene de manos y se introduce la tira reactiva en el glucómetro, a continuación con los guantes puestos se utiliza la lanceta para pinchar levemente la yema de un dedo (se recomienda calentar y apretar ligeramente el dedo para favorecer el flujo de sangre), así obtendremos una gota de sangre (la primera se limpia ya que puede llevar a error) que se colocará en la tira reactiva. Al cabo de unos segundos tendremos el resultado.

Una vez hemos medido correctamente la glucemia debemos valorar si se encuentra en niveles aceptables o si debemos tomar medidas para corregirlas, esto dependerá del paciente y su situación personal. Por lo general si se encuentra por debajo de 70 mg/dL será necesario ingerir hidratos de carbono. Si por el contrario se encuentra por encima de 150 mg/dL se deberá administrar insulina rápida.

La insulina rápida es aquella que inicia su acción a los 30 minutos y tiene su pico tras 1-2 horas, se administra por vía subcutánea mediante actrapid o novorapid en la mayoría de los casos, ambos son dispositivos seguros y prácticos cargados con insulina a los cuales se les puede incorporar una aguja, se regula la cantidad en unidades necesarias y se presiona sobre la piel para a continuación apretar un botón que liberará la insulina, por última se tienen que esperar unos segundos sin retirar la aguja para asegurarse de que se absorbe el medicamento ya que son cantidades pequeñas por inyección muy superficial. Resulta muy útil para corregir glucemias altas en momentos puntuales. 


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