Traqueostomías y nebulización

 Como ya comentamos anteriormente es imprescindible valorar la respiración de cada paciente, esta valoración se llevará a cabo siempre siguiendo los mismos pasos independientemente de si existe traqueostomía o no. Tras una primera inspección se determinará si presenta una ventilación correcta o si precisa oxigenación. En el caso de nuestro paciente presentaba una respiración ineficaz por lo que se le prescribió nebulizaciones cada 8 horas.

La nebulización consiste en transformar un medicamento líquido en vapor el cual pasará a la vía aérea y a los pulmones a través de una boquilla o mascarilla. Los nebulizadores permiten regular la cantidad de medicación y el tiempo en que será administrada. La medicación deberá ir acompañada de solución salina para no provocar daños en la vía aérea. Se utilizan principalmente para administrar broncodilatadores, corticoides, antibióticos o antifúngicos o mucolíticos.

Para administrar la nebulización se deben seguir los siguientes pasos: 

1. Higiene de manos.

2. Agrega la medicación.

3. Unir pieza superior, mascarilla y boquilla y mantener en posición vertical para evitar que se vierta.

4. Toma respiros lentos y profundos a través de la boquilla e inhala todo el medicamento.

5. Limpieza del nebulizador e higiene de vía aérea

Al existir una traqueostomía la nebulización no podrá ser administrada a través de una mascarilla facial por no existir comunicación entre nariz o boca y los pulmones, por esto se necesita una máscaras especializadas para traqueostomías que se colocará a nivel de la abertura. Esta cuenta con el mismo mecanismo que las mascarillas faciales permitiendo la inhalación de la medicación al tiempo que cuenta con orificios que permiten la salida de CO2.

Sin embargo en nuestra unidad no contábamos con este tipo de mascarillas por ser un recurso escaso por lo que nos vimos obligados a utilizar una mascarilla pediátrica que se ajustó en el cuello del paciente de forma lateral.